Miriam y yo recibimos una llamada de Harold y Elena queriendo saber si podíamos recibirlos en casa. Tenían noticias que contarnos, nos dijeron. Por supuesto que les dijimos que vinieran tan pronto pudieran. Fue esa tarde que escuchamos, por primera vez, la visión acerca de una nueva congregación que se llamaría “Hosanna Woodlands”. Recuerdo que todos sentíamos una “divina” emoción al respecto. Es decir, una se- guridad que la visión había nacido en el corazón de Dios y que era el tiempo correcto para llevarla adelante.

Plantar una iglesia no es apto para débiles de corazón; es de valientes. Menos mal que esta es una de las cualidades que más caracteriza a mi hija Elena y su esposo, Harold. Tan pronto recibieron la bendición del liderazgo en la congregación donde servían, pusieron manos a la obra y no han mirado para atrás. Los dos son altamente disciplinados y muy trabajadores. Los frutos de su gran esfuerzo, mezclado con una profunda fe en Dios, se ven domingo tras domingo en las vidas de centenares de familias que asistimos a esta dinámica y fresca congregación llamada Hosanna Woodlands, en la cual Miriam y yo tenemos el honor de servir en la capacidad de “pastores mentores”.

Aprendí mucho acerca de Harold leyendo este libro. Volví a confirmar la verdad que Dios usa guerreros valientes, como él, que perseveran a través de sus batallas, no solo logrando la victoria, sino aprovechando cada una de ellas para aprender los principios que los mantendrá firmes en la batalla durante toda su vida. Todos y cada uno de los que tenemos el honor de ser llamados por Dios para lograr algo para Él, hemos tenido que derrotar los distintos “Goliats” que se nos presentan. Solo a través de esas batallas lograremos las victorias. Al conocer a fondo algunas de las batallas que ganó mi yerno Harold, entendí cómo fue que desarrolló esa tenacidad audaz que posee. Sus experiencias, vinculadas a sus respectivas victorias, es lo que le dan la autoridad para enseñarnos que “Dios Está Disponible”. Lo declara desde la plataforma de la experiencia personal y no la de algún conocimiento teórico.